Fuente: http://zzzinc.net/masacritica/2010/06/01/de-la-cultura-de-masas-a-la-cultura-participativa/

La dominación de los medios de comunicación en nuestra sociedad

Tecnología, producción, comunicación, arte y cultura como herramientas de dominación política

Publicado: 2015-09-22


Sabemos que los medios de comunicación son una producción social y para la sociedad. Como todo proceso de producción impulsado por el hombre, tiene fines e impulsadores. Y, como todo fin de la acción del hombre, esta se mueve por intereses.  

Si bien estos intereses (remuneración, aumento de ingresos, expansión de mercados, etc.) promueven la productividad de casi toda actividad social, los medios de comunicación no están ajenos a tendencias económicas. La prensa, la radio, el cine, la televisión, hasta el internet, son aprovechados para un fin, de la categoría que sea.

En “Industria Cultural” de Theodor Adorno, se menciona, precisamente, la industrialización de los medios como una forma masiva de control de las masas, donde estos medios sirven la labor industrial, propiamente dicha, para manipular a la población, la cual se muestra de carácter pasiva y, con esto, se logra (se logró y se mantiene) organizar y homogeneizar a los individuos de forma que no se halle una conciencia independiente.

Claros ejemplos: La concentración de medios en el Perú (El Comercio), la dominación de la prensa occidental en el mundo (CNN), etc.

Marcuse, por su lado, en “Las nuevas formas de control” asegura que la tecnología es raíz de la “mecanización” del obrero como forma de controlar sus acciones. Este también es indicador de su libertad, en donde la industria o institución le impone nuevas necesidades que solo con el consumo de bienes que ofrece el proceso tecnológico puede llenar, lo que hace aquí un círculo vicioso de consumo-trabajo.

Esta estrategia sabe poner la tecnología como punto central de la seguridad del individuo, ya sea en el consumo o la que asegura sus ingresos. En cuanto a los medios, de nuevo intervienen incentivando la idea del bienestar que produce este consumo. O sea, la tecnología y el aprovechamiento que le da la industria productora pone a su disposición el bienestar general del ciudadano y esto les ayuda a vincularlo con la acumulación de riqueza, el apoyo político, o cualquier otro interés.

Desde la Revolución Francesa hasta nuestra actual civilización se mantuvo una difusión de ideas de carácter democrático que permitió forjar la libertad del ser humano sobre cualquier institución. No obstante, esta opinión, más allá de ser condicionada, siempre se ha visto persuadida por el bombardeo masivo de los medios, la cual puede lograr su objetivo pese a la libertad del individuo, y notamos que ha sido así en distintas sociedades.

Por el lado artístico, la revolución industrial logró hacer de las piezas de arte un proceso de compra y venta gracias a la reproducción de estas que conlleva la producción en masa. Así aclara Benjamin en “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”. La cultura y el arte también se ven afectados por la producción industrial afectando la originalidad de estas y eliminando el valor cultural, junto con la concepción antigua de arte.

Es así cómo la producción masiva suele intervenir en nuestras vidas, sea en forma de material producido, tecnología, comunicaciones o entretenimiento, el arte y la cultura, entre otros aspectos que envuelven la sociedad.


Escrito por

Gianmarco Linares Hernández

-1995 -Estudiante de Periodismo -Haselism contacto: gianmarcolinaresh@gmail.com


Publicado en

Ser Humano, Política y Sociedad

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